Los últimos estudios confirman una antigua preocupación sobre la influencia de los medios en los niños y adolescentes. El 2 de agosto la revista Pediatrics, publicada por la Academia Americana de Pediatría con sede en Illinois, contenía dos artículos sobre el tema.o críticas por su comportamiento. La violencia esterilizada o llena de glamour, observaban Kunkel y Zwarun, aumenta el riesgo de efectos dañinos en los niños.
Uno de ellos, titulado «Exposición a la Degradación Versus Lírica Musical no Degradante y Comportamiento Sexual entre la Juventud», se basaba en entrevistas telefónicas con 1.461 adolescentes entre 12 y 17 años. El grupo fue entrevistado tres veces: en el 2001, 2002 y 2004. La juventud media, según el artículo, escucha música de 1,5 a 2,5 horas al día, sin contar vídeos musicales. Los temas sexuales son comunes en la mayoría de esta música que va desde la romántica y agradable hasta la degradante y hostil.
Los autores comenzaban observando que hay un fuerte justificación teorética para la noción de que escuchar lírica sexual puede influir en el comportamiento de los adolescentes. Su estudio confirmaba la teoría, encontrando que «los adolescentes que pasan más tiempo escuchando música tardaban menos en tener relaciones».
El artículo precisaba que la correlación entre los dos factores no es una prueba definitiva de una relación causal. No obstante, los resultados mostraban que cuanto más escuchaban los adolescentes contenido sexual musical degradante, más probable era que como consecuencia empezaran a tener relaciones. En contraste, la exposición a música no degradante no lleva a cambios en el comportamiento sexual.
«Reducir la cantidad de contenido sexual degradante en la música de moda o reducir la exposición de los jóvenes a la música con este tipo de contenido podría ayudar a retrasar el inicio del comportamiento sexual», concluía el artículo.
Un segundo estudio, «La Relación entre el ver Lucha Profesional en la Televisión y su Implicación en las Peleas entre los Estudiantes de Instituto», examinaba la cuestión de la violencia.
El estudio, basado en una muestra al azar de 2.485 estudiantes de Carolina del Norte, encontró que había una significativa correlación entre ver lucha en televisión durante las dos semanas anteriores y el implicarse en peleas, luchas en general, y el llevar armas, tanto en varones como en chicas. La relación entre ver por televisión lucha y comportamiento violento era más fuerte entre las chicas que entre los chicos.
Los autores comentaban que hay más factores que se asocian con el uso de la violencia entre los adolescentes. No obstante, añadían que «numerosos estudios han revelado una asociación sólida entre la exposición de los adolescentes a la violencia y a la victimización y el riesgo de que lleven armas, tengan actitudes que aceptan el uso de la violencia o comportamientos agresivos para resolver o lograr objetivos, y que utilicen de verdad la violencia».
El artículo concluía recomendando: «reducir la exposición de los niños y adolescentes a la violencia de los medios debería ser un componente importante de cualquier estrategia de prevención de la violencia».
Incitación a la violencia
La violencia y los medios fue el tema de una recopilación de artículos de casi 500 páginas publicado el pasado diciembre. Uno de los capítulos de «Manual de Niños, Cultura y Violencia» (Sage Publications) consideraba la música violenta y la juventud.
Los autores, Barbara Wilson y Nicole Martins, observaban que géneros como el rap contienen altos niveles de violencia, y que un número significativo de vídeos musicales muestran también actos frecuentes de violencia.
También indicaban que algunos estudios han encontrado una relación entre la preferencia por la música violenta y el comportamiento agresivo. En relación con la cuestión de causalidad, estudios controlados de estudiantes en edad escolar muestran que escuchar música violenta anima a pensamientos violentos.
El número de estudios es limitado, sin embargo, y Wilson y Martins concluían que «una modesta cantidad de evidencias ligan la exposición a la música violenta con la agresión». Además, algunos estudios apuntan a los efectos negativos relacionados con la depresión, la asunción de riesgos y los estereotipos raciales.
Otro capítulo del libro trata la violencia en la televisión. En él, Dale Kunkel y Lara Zwarun afirman: «Está claramente establecido por un cuerpo de evidencia científica que la violencia televisiva es dañosa para los niños».
Los efectos dañinos incluyen: el aprendizaje de comportamientos agresivos, falta de sensibilidad hacia las víctimas de la violencia, y un aumento del miedo a ser víctimas de la violencia. El articulo indica que literalmente cientos de estudios apoyan la conclusión de que ver violencia en televisión conduce como consecuencia a aumentos en las agresiones.
La probabilidad de encontrarse con contenidos violentos en la televisión es alta. Uno estudio de
tres años encontró que el 60% de todos los programas analizados contenían alguna forma de violencia. Además, la mayoría de la violencia aparece «esterilizada» y no llega a mostrar el daño real en las víctimas. Por otro lado, la violencia la suelen cometer personajes atractivos que no sufren de remordimiento
Muchas horas al día
La preocupación por los efectos negativos se suma a los datos que muestran cuánto tiempo pasan los niños expuestos a los medios. El 24 de mayo, la Kaiser Family Foundation publicaba un estudio que muestra que muchos padres ocupados animan al uso de la televisión entre sus hijos.
El informe, «Media Family: Electronic Media in the Lives of Infants, Toddlers, Preschoolers, and Their Parents», se basaba en una encuesta nacional de 1.051 padres con hijos entre 6 meses y 6 años y una serie de grupos de control a lo largo de Estados Unidos.
Según el estudio, en un día típico el 83% de los niños de menos de 6 años usan medios con pantalla (televisión, vídeos, ordenador), una media de casi dos horas al día. En muchos hogares la presencia de la televisión es casi constante, desde el salón al comedor y al dormitorio. Un tercio de los niños entrevistados tienen una televisión en su dormitorio.
El informe precisaba que programas educativos bien preparados pueden ser beneficiosos para los niños. Asimismo, muchos padres informaban de su satisfacción con los programas televisivos que veían sus hijos. Al mismo tiempo muchos padres expresaban su culpa por el uso que hacían sus hijos de los medios, creyendo que deberían pasar más tiempo con sus hijos. Algunos expresaban su preocupación de que puedan haber puesto en funcionamiento algo que pronto no serán capaces de controlar: que los programas educativos de hoy abrirán el camino a vídeo juegos violentos.
El estudio también encontró que muchos niños se ven expuestos a la televisión cuando sus padres están viendo programas de adultos. De hecho, un tercio de los niños vive en hogares donde sus padres simplemente dejan la televisión encendida la mayor parte del día.
La exposición constante a los medios es un hecho de la vida también en otros países. Los datos recientes de Gran Bretaña mostraban que un tercio de los niños entre 8 y 11 años que normalmente veían la televisión a su gusto, informaba el 3 de mayo el periódico Guardian.
La información procedía de un estudio llevado a cabo por la Oficina de Comunicaciones, un organismo de regulación gubernamental. Además, más de 7 de cada 10 padres en hogares con televisión con cable o por satélite admitían que no habían establecido control alguno para limitar los canales que sus hijos podían ver. Cuatro de cada 10 padres con hijos de 12 a 15 años afirmaban que no tenían reglas en el hogar sobre ver la televisión.
En España, el periódico El País informaba el 24 de mayo de que cerca de 800.000 niños ven la televisión después de las 10 de la noche, que es cuando cesa el control sobre contenidos pensado para protegerlos. El artículo observaba que los niños de entre 4 y 12 años pasan una media de 864 horas al año frente a la pantalla de televisión, en comparación con las 960 horas que van a la escuela.
Uno de ellos, titulado «Exposición a la Degradación Versus Lírica Musical no Degradante y Comportamiento Sexual entre la Juventud», se basaba en entrevistas telefónicas con 1.461 adolescentes entre 12 y 17 años. El grupo fue entrevistado tres veces: en el 2001, 2002 y 2004. La juventud media, según el artículo, escucha música de 1,5 a 2,5 horas al día, sin contar vídeos musicales. Los temas sexuales son comunes en la mayoría de esta música que va desde la romántica y agradable hasta la degradante y hostil.
Los autores comenzaban observando que hay un fuerte justificación teorética para la noción de que escuchar lírica sexual puede influir en el comportamiento de los adolescentes. Su estudio confirmaba la teoría, encontrando que «los adolescentes que pasan más tiempo escuchando música tardaban menos en tener relaciones».
El artículo precisaba que la correlación entre los dos factores no es una prueba definitiva de una relación causal. No obstante, los resultados mostraban que cuanto más escuchaban los adolescentes contenido sexual musical degradante, más probable era que como consecuencia empezaran a tener relaciones. En contraste, la exposición a música no degradante no lleva a cambios en el comportamiento sexual.
«Reducir la cantidad de contenido sexual degradante en la música de moda o reducir la exposición de los jóvenes a la música con este tipo de contenido podría ayudar a retrasar el inicio del comportamiento sexual», concluía el artículo.
Un segundo estudio, «La Relación entre el ver Lucha Profesional en la Televisión y su Implicación en las Peleas entre los Estudiantes de Instituto», examinaba la cuestión de la violencia.
El estudio, basado en una muestra al azar de 2.485 estudiantes de Carolina del Norte, encontró que había una significativa correlación entre ver lucha en televisión durante las dos semanas anteriores y el implicarse en peleas, luchas en general, y el llevar armas, tanto en varones como en chicas. La relación entre ver por televisión lucha y comportamiento violento era más fuerte entre las chicas que entre los chicos.
Los autores comentaban que hay más factores que se asocian con el uso de la violencia entre los adolescentes. No obstante, añadían que «numerosos estudios han revelado una asociación sólida entre la exposición de los adolescentes a la violencia y a la victimización y el riesgo de que lleven armas, tengan actitudes que aceptan el uso de la violencia o comportamientos agresivos para resolver o lograr objetivos, y que utilicen de verdad la violencia».
El artículo concluía recomendando: «reducir la exposición de los niños y adolescentes a la violencia de los medios debería ser un componente importante de cualquier estrategia de prevención de la violencia».
Incitación a la violencia
La violencia y los medios fue el tema de una recopilación de artículos de casi 500 páginas publicado el pasado diciembre. Uno de los capítulos de «Manual de Niños, Cultura y Violencia» (Sage Publications) consideraba la música violenta y la juventud.
Los autores, Barbara Wilson y Nicole Martins, observaban que géneros como el rap contienen altos niveles de violencia, y que un número significativo de vídeos musicales muestran también actos frecuentes de violencia.
También indicaban que algunos estudios han encontrado una relación entre la preferencia por la música violenta y el comportamiento agresivo. En relación con la cuestión de causalidad, estudios controlados de estudiantes en edad escolar muestran que escuchar música violenta anima a pensamientos violentos.
El número de estudios es limitado, sin embargo, y Wilson y Martins concluían que «una modesta cantidad de evidencias ligan la exposición a la música violenta con la agresión». Además, algunos estudios apuntan a los efectos negativos relacionados con la depresión, la asunción de riesgos y los estereotipos raciales.
Otro capítulo del libro trata la violencia en la televisión. En él, Dale Kunkel y Lara Zwarun afirman: «Está claramente establecido por un cuerpo de evidencia científica que la violencia televisiva es dañosa para los niños».
Los efectos dañinos incluyen: el aprendizaje de comportamientos agresivos, falta de sensibilidad hacia las víctimas de la violencia, y un aumento del miedo a ser víctimas de la violencia. El articulo indica que literalmente cientos de estudios apoyan la conclusión de que ver violencia en televisión conduce como consecuencia a aumentos en las agresiones.
La probabilidad de encontrarse con contenidos violentos en la televisión es alta. Uno estudio de
tres años encontró que el 60% de todos los programas analizados contenían alguna forma de violencia. Además, la mayoría de la violencia aparece «esterilizada» y no llega a mostrar el daño real en las víctimas. Por otro lado, la violencia la suelen cometer personajes atractivos que no sufren de remordimiento
Muchas horas al día
La preocupación por los efectos negativos se suma a los datos que muestran cuánto tiempo pasan los niños expuestos a los medios. El 24 de mayo, la Kaiser Family Foundation publicaba un estudio que muestra que muchos padres ocupados animan al uso de la televisión entre sus hijos.
El informe, «Media Family: Electronic Media in the Lives of Infants, Toddlers, Preschoolers, and Their Parents», se basaba en una encuesta nacional de 1.051 padres con hijos entre 6 meses y 6 años y una serie de grupos de control a lo largo de Estados Unidos.
Según el estudio, en un día típico el 83% de los niños de menos de 6 años usan medios con pantalla (televisión, vídeos, ordenador), una media de casi dos horas al día. En muchos hogares la presencia de la televisión es casi constante, desde el salón al comedor y al dormitorio. Un tercio de los niños entrevistados tienen una televisión en su dormitorio.
El informe precisaba que programas educativos bien preparados pueden ser beneficiosos para los niños. Asimismo, muchos padres informaban de su satisfacción con los programas televisivos que veían sus hijos. Al mismo tiempo muchos padres expresaban su culpa por el uso que hacían sus hijos de los medios, creyendo que deberían pasar más tiempo con sus hijos. Algunos expresaban su preocupación de que puedan haber puesto en funcionamiento algo que pronto no serán capaces de controlar: que los programas educativos de hoy abrirán el camino a vídeo juegos violentos.
El estudio también encontró que muchos niños se ven expuestos a la televisión cuando sus padres están viendo programas de adultos. De hecho, un tercio de los niños vive en hogares donde sus padres simplemente dejan la televisión encendida la mayor parte del día.
La exposición constante a los medios es un hecho de la vida también en otros países. Los datos recientes de Gran Bretaña mostraban que un tercio de los niños entre 8 y 11 años que normalmente veían la televisión a su gusto, informaba el 3 de mayo el periódico Guardian.
La información procedía de un estudio llevado a cabo por la Oficina de Comunicaciones, un organismo de regulación gubernamental. Además, más de 7 de cada 10 padres en hogares con televisión con cable o por satélite admitían que no habían establecido control alguno para limitar los canales que sus hijos podían ver. Cuatro de cada 10 padres con hijos de 12 a 15 años afirmaban que no tenían reglas en el hogar sobre ver la televisión.
En España, el periódico El País informaba el 24 de mayo de que cerca de 800.000 niños ven la televisión después de las 10 de la noche, que es cuando cesa el control sobre contenidos pensado para protegerlos. El artículo observaba que los niños de entre 4 y 12 años pasan una media de 864 horas al año frente a la pantalla de televisión, en comparación con las 960 horas que van a la escuela.
El potencial para el bien, pero también la necesidad de vigilancia, del uso de los medios fue tratado por Benedicto XVI en su mensaje para la 40 Jornada Mundial de las Comunicaciones Sociales. En el texto el Papa invitaba a los medios a ser protagonistas de la verdad y a promover la paz y evitar las distorsiones que tienen lugar cuando «la industria de los medios se reduce al servicio de sí misma o funciona solamente guiada por el lucro, perdiendo el sentido de responsabilidad hacia el bien común» (No. 3).
Benedicto XVI también ponía de relieve la importancia de formar a las personas para ayudarlas a usar los medios de forma inteligente y apropiada. La investigación secular parece indicar que esta tarea es más necesaria que nunca.
6 comentarios:
Todos los estudios mencionados en este artículo dan a conocer lo perjudicial que son los medios de comunicación sobre todo para los niños y jóvenes que apenas están en pleno crecimiento y que todo lo que observan lo quieren poner en práctica, es preocupante todo el tiempo que pasa un niño viendo televisión, o jugando videojuegos que en la mayoría de los casos también son de contenido violento, es por esto que es importante que los padres tomen conciencia de lo perjudicial que es dejar que sus hijos se formen influenciados por toda la violencia y contenido sexual que manejan los medios y tomar diversas medidas si no pueden estar tiempo con los niños ya sea por el trabajo u otra ocupación, le busquen diversas formas de distracción, como puede ser apoyarlos en practicar deportes, tomar clases de música o danza entre muchas otras opciones que divierten e instruyen a los niños.
Zaritza Montilla.
Hoy dia la musica se ha convertido en un factor muy importante dentro de nuestra sociedad, especialmente dentro de la juventud, es claro que el contenido de estas, actualmente no resulta fructifera en ningún aspecto para cualquier persona, ya que la mayoría de las letras de las canciones son vagas e inútiles, si intentamos mejorar nuestra sociedad.
Sin embargo pienso que en el grado en que ya se encuentra introducido este género como lo es el reggaetón en nuestra humanidad, se hace difícil sensibilizar a los jóvenes de no escucharla, entonces de esta manera sería más fácil proponer que se evalué mejor la calidad de la música que va a salir al mercado de manera que estas no contengan liricas que resulten dañinas para el público en general, debido a que la mayoría de estas incitan en todos los aspectos a la sexualidad, ya que por lo general ese es el tema central de las canciones.
pues de hecho los medios poseen algo muy perjudicial y es que no poseen restricciones de circulacion, quizas las que poseen son muy livianas, pero yo creo que se debe comenzar por casa y como se dice ahi que mandar a dormir a los niños antes del offpeak, por que despues se acostumbran a ver cosas que a su edad todavia no pueden manejar muy bien y se puede ver envueltos en una confusion mental, que pueden desacelerar la formacion su intelecto y convertirlo en un adicto a esa clase de situaciones,generando violencia en sus acciones, actitudes indebidas, esto sumado a la gran enseñanza que nos deja la musica de ahora.....
lo cierto es que esta es la cruda realidad,
JAIR MONTERROSA ARTETA
VI SEMESTRE CONTRO DE CALIDAD
SALON-313
La sociedad corrompida o influenciada?
Es impresionante, ver la cantidad de niños y jóvenes adolecentes vagando por la calles, consumiendo distintos tipos de alucinógenos, ver tanta prostitución, embarazos no deseados, personas violentas, violadores, ladrones, en fin todo un grupo de personas, que aun no hallan que hacer con sus vidas y lo poco bueno que les queda la siguen dañando.
Hablando un poco del impacto de los medios sobre los jóvenes, se puede ver un porcentaje elevado de personas influenciadas, en su modo de cantar, vestir, hablar, gesticular, actuar y en sus distintas expresiones.
Muchas de estas personas, no tienen una identidad, son personas sin un carácter a decir no, a lo que no quieren, y se dejan llevar por lo que sus “amigos” les dicen. Analizando esta situación, se pueden destacar a los padres como ejemplares de sus hijos, muchos de estos o gracias a problemas de ellos, los hijos suelen desahogarse de las formas antes dichas, y se pierden, en vez de ver las peleas golpes, groserías y, encuentran en los medios y distintas personas algo “mejor” para su desahogo.
Cambio =
Influencia de los padres, toma de conciencia a lo que hacemos mal, voluntad propia a cambiar para bien y aprovechar los medios para aprender y desaprender cosas que nos instruyan como seres humanos para una mejor calidad de vida.
Katherine Garcia
Hoy en día vemos como los niños dejan los parques de diversiones, juguetes sanos, dejan a tras los deportes, por estar en pandillas callejeras, jugando video juegos que hablan de muerte, violencia, escuchando música con contenidos no propios de su edad, niñas en embarazo con tan solo 12 años. Un alto porcentaje de niños se preocupan más por ver revistas pornográficas, programas de desnudos y otros medios de comunicación, que leer un libro educativo, hacer deportes; conllevando esto, a que su actividad sexual sea a temprana edad, y a desarrollar otro tipo de actividades y comportamientos inadecuados que son inculcados por dichos medios de comunicación.
Si bien es cierto, la televisión ha cambiado drásticamente con el transcurrir de los años, han dejado atrás los programas educativos y sanos, simplemente porque dichos programas no traen raiting y no atrae mucha audiencia; ahora vemos telenovelas que tienen altos contenidos de desnudos, violencia, anti valores; los cuales son adoptados y reflejados por los niños. Sin embargo, la culpa no es del todo de las cadenas televisivas sino de los padres, que no tienen en cuenta como están viviendo sus hijos, que ven, que escuchan, como se comportan; estos no controlan las actividades que llevan a cabo los niños ni tampoco los incentivan a realizar otro tipo de actividades educativas que les ayuden a desarrollar su intelecto, y a formarse como personas de bien para la sociedad.
A raíz de esto, los padres deben tomar conciencia y implantar planes y reglas para controlar las actividades inadecuadas de los hijos, que lo que traen son problemas, tanto familiares, escolares, como también con la comunidad. De hecho padres que no pasan mucho tiempo con sus hijos por las diferentes ocupaciones, deberían sacar tiempo para dedicarles y enseñarles valores; cabe resaltar que los valores vienen de casa y que en las escuelas solo se les afianzan dichos valores. Los niños son el mañana y hay que encaminarlos para que sean personas buenas para la sociedad.
Es real cuando la publicación hace referencia a las consecuencias de este hecho, hay muchos niños que estan acostumbrados a apsar largas horas viendo TV e incluso en muchos otros casos son premiados con un "rato" de Tv despues de hacer las tareas o recoger los juguetes. Los padres, por otra parte no vigilan que programa es que que mas ven, cuantas horas ven TV, e incluso que programa ven cuando sienten que nadie los esta observando.
Los estudios demuestran todo lo anterior, es necesario medidas que permitan este tipo de seguimiento, quizas para algunos suene exagerado pero es necesario para evitar malas interpretaciones de los chicos con situaciones expuestas en la TV, para evitar malos comportamientos e incluso reacciones agresivas en contra de otros.
Existen otras actividades que pueden mitigar estos "horarios de diversión" es cuestión de mostrarles opciones, que los inciten a desarrollar las habilidades escondidas y profundizarlas para que puedan ellos mismo desarollarlas y darle el tiempo para ello y no sentarse tanto tiempo en la TV buscando satisfacer necesidades de diversión. El tiempo en familia tambien es relevante en la mayoria de los casos.
Karen Arrieta Torreglosa
TEc. Control de Calidad-313
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