sábado, 8 de noviembre de 2008

FOTOS

Estudiantes, recuerden enviarme el correo con las fotos de expoteknos a lilianapuellol02@gmail.com

Por otra parte, la pagina donde pueden realizar la pagina web grtatis es http://www.paginawebgratis.es/, es bastante facil y se requiere que el nombre del dominio tenga que ver con el proyecto de aula, por ejemplo http://proyectosfitcoquinto.es.tl

Alguna pregunta mi correo esta a su disposición,

FELICES FIESTAS......

viernes, 7 de noviembre de 2008

CONVOCATORIA DE PROYECTOS TECNOPARQUE COLOMBIA NODO BOGOTÁ 2008

A quienes le interesen, los motivo a aporvechar estas oportunidades

¿Quieres ser el gerente de tu propia empresa?

¿Te interesa desarrollar proyectos Innovadores y Productivos? En TecnoParque Colombia, un ambiente impregnado de innovación y creatividad, impulsado por el SENA, puedes participar en un medio que:

1. Facilita la identificación de ideas innovadoras y tecnológicas que puedan convertirse en tu propio proyecto productivo.

2. Apoya la materialización de tus propias iniciativas de negocio de carácter tecnológico.

Por lo anterior te invitamos a participar en nuestra próxima Convocatoria de Proyectos e Iniciativas de negocio.

Las inscripciones están abiertas en la página www.tecnoparquecolombia.org/convocatoria2008

FELICITACIONES

Mis queridos estudiantes, quiero felicitarlos por su comportamiento y compromiso en Expoteknos.


La verdad estoy muy contenta con el balance de todos los grupos y estoy segura que a todos les fue muy bien.


Por otra parte, quiero dar mis mas sinceras felicitaciones a los dos grupos ganadores de Expoteknos 2008:


COTECMAR TPM Y MUEBLES GUARDO

martes, 4 de noviembre de 2008

NUEVAS FECHAS

Buenas noches mis queridos estudiantes, las nuevas fechas de entrega de trabajo son:

1. 19 y 20 de noviembre: Entrega Pagina Web proyecto de aula (incluye sustentación) y Quiz de Libro.
2. 26 y 27 de Noviembre: Obra de teatro de Libro a Todo Vapor.

3. 28 de Noviembre: Entrega proyecto de aula tercer y ultimo corte.

Aprovechen las fiestas de noviembre para adelantar todo lo que puedan.

Recuerden que nos vemos en expoteknos..... puntuales a las 3:00 p.m.

lunes, 3 de noviembre de 2008

EXPOTEKNO

Esta semana es la semana de expotexno, por ello:

1. El Martes tienen que llevar a la sala de profesores el poster y entregarmelo de 6:45 en adelante.

2. El día jueves nos encontramos en la sede barrio españa a las 3:00 p.m. puntual. Todos los miembros deden asistir.

3. Todos deben presentarse formalmente, por lo que no podran ir vestidos con gorras ni sandalias. Todos los miembros deben estar vestidos con el mismo color de sweter. La presentación es importante.

Este año quinto sera la diferencia en expoteknos, seremos los mejores

EL PODER DE LA ACTITUD

Estudiantes, quiero compartir con ustedes un video muy inspirador, espero sus comentarios:

http://www.youtube.com/watch?v=Va5dAr8VXTo&feature=related

Cómo cobrar los propios honorarios

Este artículo está dirigido a todos aquellos emprendedores y profesionales de cualquier rubro que a la hora de tener que pedir sus honorarios se frenan, les da vergüenza hacerlo, no se animan, piensan que el cliente se puede enojar, etc.

Es algo humano, hasta lógico, pensar que al requerir los honorarios preacordados estamos poniendo precio a nosotros. Y cuánto valemos? Bueno, eso es abstracto y subjetivo y depende mas de quien nos debe valorar, e influye cuánto nos necesita o de que modo o cuánto nos aprecia como proveedores o profesionales. También influye el precio de mercado de nuestro trabajo.

Ahora bien, supongamos que como el precio fue preacordado se encuentra dentro de los precios de mercado. O por lo menos el precio establecido es acorde a nuestro servicio. Un tema menos de duda.

También, si nos han elegido significa que tomaron una decisión positiva sobre nosotros para que realicemos la obra. Por lo tanto o por nuestros antecedentes o por la forma de manejarnos, por nuestra imagen, por los conceptos comunicados sobre nuestras fortalezas como proveedores, por lo que sea, nos eligieron a nosotros y no a otros, y eso debería fortificar nuestra posición de seguridad frente al cliente. Aceptó contratarnos y por lo tanto seremos también los elegidos para el destino de su dinero.

Además, si hacemos bien el trabajo encomendado hasta tendremos orgullo al presentarlo o sea que no hay porqué avergonzarse al pedir el pago. Es lo que corresponde por un trabajo bien hecho.

¿Cuál sería entonces el porqué de que nuestra autoestima esté tan baja que no podamos pedir lo que nos corresponde? Toda persona que ingresa a un gran supermercado sabe que cuando tiene compras en su carrito debe pasar por la caja para abonar su cuenta para poder salir del local con esa mercadería. Todas las personas que contratan un servicio saben que deben pagar por ello. Seguramente les gustaría que no hubiera que hacerlo pero eso es solo en sueños. Saben que deben pagar. Tarde o temprano.

O sea que por el lado del cliente está claro. Insisto. ¿Porqué no está claro desde el lado del proveedor de ese servicio?. Del lado del profesional o emprendedor esta también claro, el tema es que no se anima a pedir el dinero. Su dinero. Por cuál razón se enojaría el cliente? Ninguna, es mas, lo está esperando.

Igualmente busquemos formas alternativas y sutiles para hacerlo e ir de algún modo tomando confianza.

Por ejemplo, en la oportunidad en que pasamos el presupuesto, se debe exponer claramente la forma y fecha de pago. Recargos por demora si se estila en el rubro y descuentos por pago anticipado ayudan también al cobro a tiempo. O sea que el cliente no solo apruebe el presupuesto en cuanto al precio, sino que apruebe todas las condiciones del mismo.

Una vez finalizado nuestro trabajo lo que haremos es mostrar, describir, explicar lo que hicimos. Esto ayuda a que el cliente vaya concientizándose del esfuerzo, profesionalidad, calidad, detalles o inconvenientes superados ya que muchos solo ven el resultado final y éste no siempre refleja todo lo que pasó antes.

Si nuestro cliente no parece mostrar que está próximo a abonarnos –hasta algunos lo hacen a propósito para hacernos sufrir-, una alternativa a hacer es tomar nuestro talonario de facturas y consultarle “La factura a nombre de quién la realizo?”.

También se podría preguntar “Para el pago que preparó efectivo o cheque?”.

Otra forma es mostrar y leer el presupuesto donde se detalla el trabajo a realizar, el precio total, el anticipo recibido y el saldo a abonar. Leyendo esto es mas sutil el pedido del pago.

Se puede preguntar “Para cobrar el saldo de precio me lo abona Vd. ahora o paso por la oficina mañana?”

“Cuáles son los días y horarios de pago a proveedores?”

“¿Qué tipo de factura le extiendo, B o C?”

“Para cobrar la factura es necesario inscribirnos como proveedores de la empresa o ya estoy habilitado a presentar la factura y cobrar?”

“Me alegra que le hay gustado el trabajo, es muy importante conocer la opinión de mis clientes. Mas viniendo de una empresa tan seria como Vds. De qué Banco es el cheque que me van a extender?”

“Cuando me abona, hoy o mañana”

Es importante entonces que por un lado logremos ayudar a nuestra autoestima separando lo que es un servicio personal a nuestra persona. No es a nosotros que nos está pagando por nosotros mismos sino por nuestro servicio. Y esto de separarnos es fundamental. Pensemos que lo hizo un empleado nuestro el trabajo, en ese caso nos molestaría pedir su cobro? Seguramente no. Entonces separemos nuestro servicio de nuestra persona.

Realicemos un buen trabajo, que nos enorgullezca, nos servirá además para que vuelvan a contratarnos.

Propiciemos que el cliente manifieste su acuerdo y satisfacción con el servicio recibido. Esto refuerza el argumento de que ya es tiempo de cobrar por un servicio correcto y finalizado. Y esto convence y concientiza a ambas partes.

Y realicemos el pedido del pago en principio en forma sutil con algunas de las alternativas expuestas.

En definitiva, somos una marca y nuestro servicio habla por ella, y nosotros, como persona, somos solo intermediarios entre esa marca y el cliente.

Prueben sentirse asi, no me crean, pruébenlo, anímense y verán que se puede lograr fácilmente.

¿Por qué es difícil conseguir un buen empleo?

Por Alexandra Serna, periodista de Semana.com
El profesional recién graduado no es necesariamente un desempleado más. También depende de él que pueda generar su propio empleo y el de otros. El profesional recién graduado no es necesariamente un desempleado más. También depende de él que pueda generar su propio empleo y el de otros. PROFESIONALES.En Colombia, la situación laboral de los universitarios recién graduados no es tan mala como suele decirse. Tampoco es la mejor. ¿Cuáles son las dificultades y las alternativas?


Cuando Jairo Ernesto Sánchez se graduó en Ciencia Política y Relaciones Internacionales de la Universidad Javeriana, en el 2005, sostuvo con orgullo el cartón para la fotografía; sería una de las fechas más importantes de su vida. Al tiempo se preguntaba lo mismo que la mayoría de los cerca de 90 mil profesionales que al año produce el país: “¿Conseguiré pronto un empleo?”

La duda es razonable. Como dice el flamante politólogo, hay mucha gente graduándose y muy pocos puestos. En los últimos siete años salieron con diploma universitario casi el doble de personas, que las que lo obtuvieron los 40 años anteriores. Según el Ministerio de Educación entre 1960 y 2000 egresaron un poco más de un millón de profesionales, mientras que entre 2001 y 2007 lo hicieron cerca de 600 mil personas. Esto, sin contar los profesionales que hicieron algún postgrado.

También es cierto que en la última década ha aumentado la demanda de los profesionales, más en las empresas privadas que en las del Estado, pero no al mismo ritmo que ha crecido el número de graduados. Y si se mira el panorama actual, de desaceleración económica y frenazo en el sistema productivo, con las últimas cifras de desempleo del Dane, que va en aumento, los recién graduados tienen motivos para preocuparse.

Algunos piensan que la situación no es tan mala, porque el sólo hecho de ser profesional es una garantía y una ventaja. “Lo más seguro es que la mayoría de graduados sí encuentren empleo, pero la demora radica en hallar un buen trabajo”, explica Stefano Farné, un investigador del mercado laboral de los profesionales en Colombia.

Para poder determinar una cifra indicativa de cuántos profesionales de los egresados en los últimos siete años, podrían estar empleados, Farné tomó los datos del Observatorio Laboral del Mineducación sobre graduados en los últimos siete años que aportan al Sistema de Seguridad Social (salud y pensiones). Este dice que el 81,6 por ciento de los egresados hace aportes al sistema. Es decir, muy probablemente 8 de cada 10 jóvenes que han salido de las universidades desde 2000, tienen algún trabajo. Esto no quiere decir, sin embargo, que éste sea un empleo de tiempo completo, ni tampoco un buen empleo.

Cuesta conseguir un buen trabajo

Para Jairo lo que ha sido difícil justamente es encontrar un buen trabajo, es decir, estable, bien remunerado y acorde con sus conocimientos y habilidades. Los proyectos en que trabaja no superan los seis meses de duración y lo que le pagan es menos de lo que reciben muchos de sus colegas. “La inexperiencia se te cobra”, dice.

Y mucho. Una ojeada a los clasificados de un periódico, por ejemplo, permite constatar que los empleadores piden un promedio de 2 o 3 años de vida laboral a los recién graduados. Pero las exigencias serán mayores, si se desacelera la economía habrá menos empleos disponibles. Entonces, los profesionales sin experiencia estarán en real desventaja.

Por eso las universidades deberían replantear las prácticas de sus estudiantes y no dejarlas para los últimos semestres, propone Juan Ballona, Director de Empleo y Trabajo del SENA. Explica que los estudiantes del SENA, que tienen un ciclo de práctica en el transcurso de su formación técnica y tecnológica, luego pueden emplearse más fácil. Además, un profesional con experiencia tiene conocimientos y herramientas que la universidad no da.

La rosca es otro obstáculo. En el caso de Jairo, que se mueve en el campo político, “es muy importante tener contactos si se quiere un buen puesto”.

“La marca social con que aún se selecciona el personal en Colombia, de manera irracional, hace que nuestro mercado laboral esté segmentado e influye en que un recién graduado no avance”, dice Leonardo Villa, consultor de la empresa Oportunidad Estratégica. Como una solución plantea que los egresados conozcan las rutas de la meritocracia de su mundo laboral, es decir, los pasos que siguieron aquellos profesionales que hoy son exitosos.

Desafortunadamente esta información no siempre está disponible o es difícil de encontrar. A esto se suma que, de entrada, los aspirantes al primer empleo desconocen qué perfiles ocupacionales necesitan específicamente los empleadores. O que muchas universidades no saben qué tanta acogida tienen sus profesionales ni qué conocimientos o habilidades está necesitando el sistema productivo.

Los observatorios laborales, como el del Mineducación, pretenden llenar estos vacíos y ser así un instrumento para que los recién egresados encuentren trabajo. Pero, como lo admite Villa, una buena información es insuficiente si se trata de empleos dignos. Asegura que sería mejor seguir el ejemplo de países como Australia, donde se fusionaron los Ministerios de Educación y de Trabajo, para que los resultados del observatorio influyan en las políticas laborales.

Un problema de educación

Si bien el Mineducación le atinó a una de las necesidades de los recién graduados, que es la desinformación del mundo laboral, para algunos aún falla un factor determinante: la calidad de la educación universitaria. “El que está desempleado es porque no le enseñaron a pensar, a desarrollar proyectos innovadores y mucho menos a generar empresa y empleos”, apunta Víctor Manuel Gómez, investigador de la Universidad Nacional. La causa, según él, es que muchas universidades estandarizan a sus estudiantes para las cosas prácticas, en vez de estimular la creatividad.

Por más extrema que suene esta opinión, una encuesta que el Observatorio Laboral realizó entre 407 empresarios de Bogotá sobre las competencias que requerían de sus empleados recién graduados, reveló que éstos se rajan en la de identificar, plantear y resolver problemas. Las universidades tampoco están siendo muy exitosas en inculcar a sus estudiantes cierta iniciativa para montar sus propios proyectos o empresas. Según las investigaciones de Farné, sólo el 8,8 por ciento de los que se graduaron en el país entre 1997 y el 2005 generaron empleos aparte del suyo.

¿Qué hacer entonces? Gómez no cree que el Ecaes, que es el examen que se le hace a los universitarios para medir sus competencias, sea el mecanismo correcto para medir su calidad profesional. “Se les deberían evaluar sus proyectos de investigación, sus escritos y sus patentes”. Y lo más importante, en su concepto: una política del gobierno para formar profesionales calificados en ciencia y tecnología.

Otra realidad es que el título universitario básico es insuficiente, pues se necesitan personas más especializadas y que además estén al día con un conocimiento que cambia muy rápido. Precisamente los estudios revelan que los empleadores modernos y de los sectores donde trabajan más profesionales (el inmobiliario, el académico, las ONG’s y el financiero) requieren hoy de personal más experto.

Jairo, de hecho, ya terminó una especialización y el próximo año se graduará de una maestría, y hará parte del 1,5 por ciento de los privilegiados graduados de Instituciones de Educación Superior (desde técnicos hasta doctores) que lograron este nivel de formación entre 2001 y 2007 (13 mil con especialización entre 900 mil graduados de la universidad). Su objetivo es que con la especialización y la maestría, pueda ahora sí conseguir un empleo estable.

De las “buenas” y “malas” elecciones profesionales

Lo que también debería considerar Jairo, es qué tanta demanda laboral tiene su carrera. Si la Ciencia Política se clasifica en el grupo de las profesiones que presentan una mayor probabilidad de encontrar empleo, mayores salarios y menor desempleo, es considerado por los expertos como un pregrado “bueno”. Pero si presenta justo las características contrarias, es uno “malo” (vea multimedia).

Cuando él se graduó, también lo hicieron 416 colegas más. En el 2006, 331 cotizaban salud y pensiones, lo que muestra que muchos de ellos estaban trabajando. Lo cual no está nada mal, pues alrededor de 8 de cada 10 politólogos graduados en 2005, tenían algún tipo de trabajo. Sin embargo, en comparación con otras profesiones, la de Jairo no encabeza el ranking de las mejores en el mercado laboral colombiano.

Los administradores, economistas, estadísticos, por una parte, y los ingenieros industriales, administrativos, eléctricos, electrónicos y de sistemas, por otra, están en los primeros puestos de las “buenas” carreras, según una investigación que realizó el Observatorio de la Universidad Externado sobre el mercado laboral de los profesionales entre 1997 y el 2005. Su ventaja está en que se desempeñan en la gestión de los negocios y en los sectores de servicios de información, de informática y telecomunicaciones, que hoy ofrecen mejores oportunidades de empleo para los recién graduados.

En cambio, los filósofos, físicos, músicos, literatos, historiadores y algunos educadores hacen parte de los pregrados clasificados como “malos”, no tanto porque no encuentren empleo, sino porque en promedio, reciben menores ingresos.

Por ejemplo, según el Observatorio Laboral del Mineducación, de los 513 ingenieros eléctricos que se graduaron en el 2006, al año siguiente aportaban al sistema de salud el 96 por ciento de egresados, ganándose como mínimo un millón 600 mil pesos. Mientras que en el caso de los educadores, de los 7330 que obtuvieron su título profesional ese año, el 82 por ciento cotizó en el 2007 pero con un sueldo promedio de 950 mil pesos, con algunas excepciones.

Claro está que no existen profesiones ideales por sí mismas. Hacerse a un buen trabajo también depende de la calidad del profesional. Es decir, un ingeniero que se gradúa apenas raspando, no habla otros idiomas, no sabe resolver problemas prácticos y no es muy innovador, puede terminar teniendo más dificultad para trabajar o ganar buenos ingresos, que un músico o un historiador versátil y destacado en su profesión.

Entonces, ¿posibilidades de trabajo? Parece que sí, más allá del imaginario de la eterna fila de desempleados. Pero... ¿de un buen trabajo? Eso parece más difícil de encontrar.

Farné, el investigador del mercado laboral, dice que “uno trata de acercarles parte de la realidad, pero el gobierno no está centrado en desarrollar una política de empleo para los recién graduados”. Villa, el consultor en temas de educación, admite que “la articulación entre los ministerios de Educación y de Protección Social, que incluye Trabajo, está muy lejos”. Y Gómez, el docente universitario, insiste en que hoy la mentalidad del recién graduado debe ser distinta: “no salir a buscar empleo sino a crearlo”. Esa quizás, es la mejor lección para un recién egresado.

La generación ‘copy paste’




Juan David tiene 16 años y a su corta edad sorprenden el lenguaje y la profundidad de los trabajos que les entrega a sus profesores de décimo grado. En ellos ya ha medido la distancia entre las estrellas a partir de cálculos trigonométricos, diserta sobre lo apolíneo y lo dionisíaco en Nietzsche y explica la materia oscura y su relación con el origen del universo. No es que Juan sea un genio. De hecho, en los exámenes le va bastante mal y sus compañeros lo tienen como uno de los vagos del curso. Su único mérito académico es que sabe buscar en Internet y copia la información. Y aunque lo suyo no es más que un plagio en línea, por increíble que parezca, sus profesores generalmente lo recompensan con buenas calificaciones.

La cultura de copiar y pegar o del copy paste, como se le dice en inglés, es la nueva versión del plagio en la era digital. Se está volviendo tan arraigada, que el barbarismo 'copypastear' (copipeistear, para algunos) ya se acuñó y es cada vez se utiliza más. Lo preocupante es que no sólo se trata de simples deslices colegiales: políticos, estudiantes de maestría y profesionales de todas las áreas han sido atrapados cuando pretendían pasar las ideas de otros como propias.

El fenómeno no es nuevo, pero sin duda es cada vez mayor gracias a las facilidades tecnológicas. Mientras en el pasado alguien que quisiera hacer plagio tenía por lo menos que consultar varios libros para saber qué parte quería sacar y tomarse la molestia de reescribir los textos o pagar para que otro lo hiciera, hoy mucha información, sobre cualquier tema, está a menos de cuatro clics de distancia en Google. Y ni siquiera hay que pasarlo, pues sólo es cuestión de seleccionar el fragmento deseado, copiar y pegar en una página nueva. En menos de una hora un estudiante vago puede tener un trabajo final sin haber gastado una neurona.

Esta práctica está tan extendida, que hay sitios web especializados en todos los idiomas en donde aparecen miles de trabajos, ensayos, tesis, monografías y proyectos catalogados por área, tema o palabras clave. Entre los más conocidos en español están 'monografías.com' y 'El rincón del vago', que ofrecen material gratuito. Este último es tan popular, que recibe la nada despreciable cifra de 21 millones de visitas mensuales. Y no sólo los usan estudiantes perezosos. En 2006, por ejemplo, la prensa reveló que un concejal de Bogotá presentó un proyecto que había sido sacado, en gran parte, de esta página española (ver recuadro).

En las instituciones de enseñanza los casos de plagio ocurren todo el tiempo. Los profesores hablan de varios motivos. El primero y más obvio es la pereza. La gente prefiere el camino fácil, a pesar de que sabe que está haciendo las cosas mal. Pero el problema es aún más complicado. Para Marina Camargo, profesora de maestría y especialista en educación, se trata de un problema estructural. Todo empieza en el colegio, en donde para los niños investigar es sinónimo de buscar en Internet y copiar. Además "en muchas instituciones la finalidad de los estudiantes es sólo pasar. No les gustan las materias, ni el profesor, ni las tareas, sólo buscan aprobar de cualquier forma", dice Camargo. En el caso de Juan David, el joven dice que sólo hace lo que los profesores le piden. "Yo sé cómo quieren ellos que sean los trabajos", dice. Por eso los maestros son en gran parte responsables de reproducir el sistema fallido en el que ellos mismos fueron educados.

Pero también se puede tratar de un problema inherente a la cultura de la Internet. Para Andrés Mejía, profesor y experto en educación, las personas de la era digital piensan en la información como algo que simplemente está ahí para ser usado y no como algo formulado por otros seres humanos con ideologías, contextos y fines particulares. "Hoy se está entendiendo como algo que no debe ser analizado ni criticado. Simplemente está ahí y es para todos. Entonces, si copian lo que está en Internet, piensan que no hay nada malo en ello".

La consecuencia más obvia del copy paste es la paradoja de que aunque hoy hay más facilidades para que las personas investiguen y creen obras novedosas, cada vez se produce conocimiento de menor calidad. "La gente no se preocupa por producir porque simplemente se contenta con reproducir", dice Mejía.

Pero, mientras las técnicas de plagio se han refinado, descubrirlo también se ha vuelto más fácil. Marina Camargo cuenta cómo los profesores, incluso los que dictan cursos de posgrado, ahora tienen que cotejar los trabajos sospechosos. Todos los días hay alumnos que presentan trabajos plagiados a los que se limitan a cambiarles algunas palabras, hacerles una introducción o algunos comentarios. "Uno aprende a conocer a los estudiantes y a saber cómo escriben. Es muy fácil reconocer palabras y discursos que ellos no escribirían. Muchas veces uno saca un pedazo del texto del estudiante, lo mete en el buscador de Google y ahí aparece el trabajo original".

Además de estas técnicas que han tenido que adoptar los educadores, también existen programas especializados que utilizan empresas, universidades y colegios de todo el mundo. Programas como Turnitin o SafeAssing, en los cuales se rastrean patrones verbales y se comparan con varias bases de datos. Luego generan un reporte que muestra las coincidencias con otros textos.

Cuando un plagio se descubre, la mayoría de empresas y universidades expulsan a los involucrados, que por lo general se excusan diciendo que estaban muy presionados. Para Camargo, descubrir un plagiario es todo un dilema, ya que detrás de ese acto puede haber cualquier clase de problema. Por eso, por lo menos en lo que se refiere a los estudiantes, cree que "hay que preguntarse cómo revertir eso, sabiendo que uno está en un proceso de formación".

Sin embargo, en muchos países hasta el más simple de los copy paste se puede convertir en un lío legal con implicaciones penales. David Felipe Álvarez, abogado consultor en casos de este tipo, dice que en Colombia "no hay un castigo penal en relación con el plagio como tal". Pero explica que un plagiador podría enfrentarse a ser acusado por violar el derecho de reproducción de un texto o por fraude, lo cual tiene una sanción económica y hasta cárcel.

Lo cierto es que ni acá ni en los países en donde hay castigos más severos se ha logrado detener este fenómeno que cada vez es más generalizado y que demuestra que la era de la democratización de la información también tiene su lado oscuro.