lunes, 6 de abril de 2009

CONCURSO MOTOTAXISMO

Como futuros profesionales estamos llamados a mejorar a nuestra sociedad. Debemos enfrentar los problemas no solo de las empresas sino tambien de Cartagena y Colombia y buscar soluciones eficaces. Teniendo en cuenta esto, los invito a que realicen una propuesta de solución del fenomeno del mototaxismo.
La propuesta debera ser publicada aqui en el blog para que el jurado compuesto por docentes del Tecnologico Comfenalco evaluen la profundidad de las propuestas y elijan a la mejor. El ganador se hara merecedor de 0,5 adicional en la nota mas baja del ciclo II.

Tomate tu tiempo y realiza tu propuesta, el ganador puedes ser tu, es tiempo de hacer ciudad¡¡¡

VIDEOS DEL MOTOTAXISMO EN CARTAGENA

mototaxistas en cartagena por esta puerta no entran !!!!

EL MOTOTAXISMO A PUNTO DE ESTALLAR


El mototaxismo, una práctica de transporte público que empezó hace más de 10 años en los polvorientos municipios de Córdoba, y que se ha ido extendiendo a 26 de los 32 departamentos del país, se convirtió en una encrucijada social que podría tener repercusiones insospechadas si no se logra resolver pronto.
Con más defensores que detractores pero con muchos usuarios y conductores aumentando un negocio que deja cerca de $1.200 millones diarios, esta forma de mitigar el desempleo es una realidad nacional imposible de esconder, por lo que se necesita del consenso entre los 400.000 colombianos que sobreviven de este sistema de transporte y las autoridades.
El tema es tan importante para el país que hoy está sobre la mesa de los grandes debates nacionales en calidad de problema social. Y, a la vez, es materia de estudio y análisis por parte del Congreso de la República, el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD), las universidades y el propio Gobierno, que desde 2002 está tratando de buscarle salidas sin que hasta el momento las haya encontrado.


La discusión se centra primordialmente en las restricciones que impuso el Ministerio del Transporte a los mototaxistas y la necesidad de que el Ejecutivo lo reglamente o se presente un proyecto de ley en el Congreso con igual fin. El Gobierno sostiene que el sistema de transporte de dos ruedas no es seguro ni apropiado para el usuario, ya que es un factor que ha influido en el aumento de la accidentalidad. Por eso exigió de los alcaldes restringir la circulación de estos vehículos.
Pero muchos de los mandatarios que intentaron aplicar las medidas, especialmente en la Costa Atlántica, se vieron enfrentados a una ola de protestas en septiembre de 2006 en Montería, Sincelejo, Cartagena y Barranquilla. Eusebio Abad Jaramillo Londoño, presidente de la Asociación de Municipios de Antioquia, cree que el problema es mucho más de fondo y la solución no es como la plantea el Ministerio de Transporte. “El Gobierno Nacional ha pretendido que un caso que les tomó ventaja se resuelva trasladándolo a los alcaldes, hecho que podría generar desórdenes públicos”, dice.


Esta situación, según Abad Jaramillo, coloca a los alcaldes contra la pared, pues si no aplican las medidas restrictivas, se verán abocados a investigaciones disciplinarias. A lo anterior se suma el hecho de que para cumplir con el mandato del Gobierno central, la mayoría de municipios no cuentan con los recursos suficientes para aplicar las medidas restrictivas.
Para el director ejecutivo de la Corporación Nacional de Mototaxismo (Conamotax), Rodolfo Fernández, las medidas del Gobierno son difíciles de aplicar, por cuanto el problema es una “bomba social” que no se puede manejar con restricciones, “más si se tiene en cuenta que en el país existen 156 empresas dedicadas a este trabajo”.


En su concepto, en este momento los municipios y muchas ciudades intermedias requieren de este servicio, pues en barrios marginales y zonas rurales, los vehículos de tres y más ruedas no pueden transitar por las condiciones de las vías.
En el Congreso
El debate se volvió a agitar recientemente en la Comisión Sexta del Senado, donde hubo una audiencia pública en la que participaron representantes del Gobierno, directivos del sector afectado y varios congresistas. En el evento se ventilaron las posiciones desde el punto oficial, la de algunos alcaldes, Conamotax y los ponentes de un proyecto de ley que busca la reglamentación del mototaxismo.


Uno de los ponentes de la iniciativa, el representante a la Cámara por Guainía Pedro Nelson Pardo, sostuvo que el problema debe verse no sólo desde el punto de vista de movilidad sino también por el empleo que genera. Pardo recordó que en países como Ecuador y Perú, “el mototaxi ya funciona”, lo que, según él, “muestra su importancia para las economías locales”.
En la audiencia también se dijo, y en eso estuvo todo el mundo de acuerdo, que una manera de reglamentar el mototaxismo es brindándoles herramientas jurídicas a los alcaldes y gobernadores para que sean ellos los que implementen las medidas de acuerdo con las características de cada región o municipio.


El director ejecutivo Conamotax se mostró complacido con el balance general de la audiencia, puesto que no sólo se logró que los congresistas los escucharan sino que además se creó una mesa de trabajo en la que estarán legisladores, delegados de los transportadores, voceros gremiales y el Ministerio de Transporte, quienes se reunirán a finales de este mes para continuar estudiando el tema.
Y es que no es tan fácil abordar la situación sin entrar a hurgar problemas de fondo como el desempleo y sus aristas, el manoseo político de algunos sectores al mototaxismo, y las denuncias sobre la utilización de este medio de transporte en una parte del conflicto armado colombiano.
Sin embargo, en Sincelejo, donde esta actividad se convirtió en la principal economía del rebusque, el PNUD, los gremios y las universidades, le apostaron a realizar un estudio que podría servir de base para hacer una evaluación similar en el resto del país, donde el fenómeno sigue creciendo.


En la encuesta realizada en noviembre de 2006 con 1.400 mototaxistas, de los 20.000 existentes en la capital de Sucre, los investigadores encontraron que para el 95% de ellos es su única actividad, mientras que el 57% recibe entre $20.000 y $30.000 diarios, sin descontar los gastos en combustible, la cuota del propietario o la de financiación del vehículo.
Otro aspecto que también llama la atención del estudio son los problemas en la salud que genera este trabajo. De acuerdo con los investigadores, lo más preocupante es que las principales enfermedades se manifiestan a mediano y largo plazo: lesiones pre cancerosas y cáncer de la piel por la exposición a radiaciones del sol, enfermedades respiratorias, problemas de columna y otras relacionadas con el aparato reproductor masculino.


Un estudio que podría tener las mismas características en Cartagena, donde de acuerdo con el experto en el tema Iván García, los habitantes realizan 480.000 viajes diarios, de los cuales en un 10% se utiliza la moto. Y lo mismo se puede decir de ciudades y municipios como Cúcuta, Valledupar, Quibdó, Montería, Riohacha, Barranquilla, Buenaventura, Popayán, Puerto Inírida (Guainía), Tierralta (Córdoba) o Riosucio (Caldas), donde el mototaxismo es también una fuente básica de empleo.


Por ahora se siguen buscando los puntos de coincidencia para solucionar el problema. El senador del Polo Democrático Alexander López tiene a su cargo la elaboración del proyecto de ley. Mientras tanto, el entorno sigue siendo difícil y el mototaxismo amenaza en convertirse en una bomba de tiempo a punto de estallar y el Gobierno teme que en cualquier momento se pueda repetir lo que sucedió en mayo pasado en Caucasia (Antioquia), cuando los mototaxistas se tomaron la población y quemaron la Secretaría de Tránsito

LUEGO DE PROTESTA DE MOTOTAXISTAS


Revocan prohibición de parrilleros en motos
JULIO CASTAÑO, EL UNIVERSAL

Centenares de motociclistas bloquearon las vías principales de la ciudad, para protestar por la aplicación de medidas que restringen la circulación de motos.
Con el monumental trancón de ayer por cuenta de una protesta que afectó a casi toda la ciudad y la posterior revocatoria de la resolución que prohibía hasta el lunes el parrillero en moto, quedó comprobado que el fenómeno del mototaxismo en definitiva se le salió de las manos a la Administración Distrital.


Más de 800 motociclistas se tomaron desde las 7 hasta las 9:30 de la mañana las vías principales de Cartagena y ocasionaron un caos vehicular que sólo pudo ser resuelto con la mediación del coronel Carlos Mena Bravo, comandante de la Policía Metropolitana de Cartagena.
Los Cuatro Vientos, el Foco Rojo en Olaya Herrera, Líbano, María Auxiliadora y Bazurto fueron los puntos escogidos estratégicamente por los motorizados para realizar los bloqueos viales, utilizando piedras y llantas que quemaron.
Pese a que los ánimos de los manifestantes estaban caldeados, no hubo enfrentamientos con la Policía.


¡INSÓLITO!: MANIFESTANTES
Alaín Ramírez Sánchez, vocero de los motociclistas, dijo que “la prohibición de parilleros durante el fin de semana fue la gota que rebosó la copa, ya que hemos venido soportando una serie de medidas que nos afectan gravemente y que creemos no han servido para solucionar los problemas de movilidad en la ciudad”.


El líder explica que la inconformidad del gremio tiene que ver con el hecho de que “debíamos aguantar cinco días sin trabajo”, teniendo en cuenta que el viernes (27 de marzo) fue día sin moto y la nueva restricción empezaba a regir.

Ramírez Sánchez considera que “es absurdo que se aplique esta medida, tomando como pretexto la visita del presidente Álvaro Uribe, quien viene frecuentemente a la ciudad sin necesidad de que se afecte la vida normal de los cartageneros”.
El vocero gremial indica que la protesta se levantó luego de que el coronel Mena ordenara a sus subalternos permitir la circulación de motos con parrilleros para evitar mayores alteraciones del orden público.

EL MOTOTAXISMO











El mototaxismo hace crisis, o mejor provoca crisis. Los mototaxistas se sienten exasperados por los controles que sobre ellos ejercen las autoridades de policía. Los peatones y los conductores de automotores se irritan ante la complicación y los riesgos que generan las mototaxis y en especial el generalizado sistema de desobedecer señales de tránsito y apartarse de las normas de conducción. Los transportadores de pasajeros, colectivos o individuales, protestan por la nueva competencia que en forma eficaz les resta usuarios en número significativo.

Ya en Barranquilla tuvo lugar un paro de transportadores regulares para obtener una contención al imparable crecimiento del mototaxismo. El resultado próximo fue que les propiciaron un día de inmejorables resultados económicos por haberles abandonado toda su clientela.

Cada día hay más motos en las calles y hasta muchas personas que empleaban su moto en forma exclusiva para su transporte personal, hoy cuando se les presenta la oportunidad aprovechan y se convierten en transportadores, recibiendo pasajeros.

El creciente número de accidentes no parece incidir en el éxito del mototaxismo como alternativa de transporte urbano. Tampoco el sol y el calor sofocantes. Quizá el período invernal ejerza un influjo desestimulante, aunque temporal como es obvio.

Buscar explicaciones al fenómeno es una cosa muy distinta a aplicarle soluciones. Las autoridades han sido lerdas, demasiado lerdas en este último campo. Como en otros casos de desorden urbano, los hechos comenzaron a aflorar con timidez y las autoridades no los vieron o no los quisieron ver. Luego cuando tomó fuerza, se recurrió al gaseoso lenguaje de promesas de buscar soluciones y al recurso de dejar los acontecimientos en manos del tiempo.

Hoy, en ciudades como Cartagena y Barranquilla, hermanas en padecer malas administraciones, el mototaxismo es una realidad que sobrepasó cualquier previsión, que se vuelve de muy difícil control y que sigue en ascenso.
Es claro que la realidad de hoy es el resultado de la falta de buenas administraciones: para haber dimensionado el fenómeno, para encauzarlo y regularizarlo a tiempo; para haber procurado estrategias viales; para haberse preocupado por crear fuentes de trabajo; para haber exigido desde el principio requisitos de organización y seguridad; en fin, para haber cumplido con el deber propio de la autoridad. La falta de interés en la protección del pasajero, la ausencia de mirada para establecer los conflictos diarios de la población y procurar la manera de resolverlos, la preocupación por otros intereses fueron impulsores del mototaxismo.

Hoy, el arraigo es tal que la supresión del mototaxismo es un espejismo. Congelarlo requiere de mucha presencia de la autoridad. Regularlo en forma tal que su desempeño acompase con las normas de seguridad y responsabilidad es bastante incierto.

Se ha repetido, con mayor velocidad, el caso de los vendedores estacionarios, que es otra comprobación de la falta de autoridad y de buena administración. Los hechos han gritado, pero no se ha querido oír.

En otros aspectos de la vida ciudadana el camino es el mismo. Como acontece con los ruidos, con las casas de juego, con las cantinas, con la higiene en el expendio de alimentos y tantos otros.

Suspirar tardíamente por leyes reguladoras o por acomodamientos es tardía reacción de muy probable eficacia.

Estas situaciones sólo experimentan reversa cuando buenas administraciones crean escenarios en que al ciudadano le resulte incómoda, peligrosa y costosa la informalidad. En el campo del mototaxismo estamos lejos.