lunes, 16 de febrero de 2009

DE ESTUDIANTE EMPRENDEDOR A EXITOSO EMPRESARIO


Alexander Sanclemente

Hace dos años Piscícola El Bosque, era sólo una idea de Alexander Sanclemente, un estudiante de Economía de la Universidad del Valle, que quería retomar la actividad piscícola desarrollada en la finca de su familia. Hoy es una empresa dedicada a la producción y comercialización de tilapia roja, que ocupa aproximadamente unos 840 metros cuadrados de espejo de agua, en los que se cultivan aproximadamente 8000 alevinos de tilapia roja por cosecha.

Alexander Sanclemente estaba próximo a terminar su carrera cuando escuchó sobre una convocatoria pública que ofrecía recursos, en forma de capital, a estudiantes y egresados que tuvieran ideas para crear nuevas empresas.

En ese momento Alexander comprendió que era la oportunidad que estaba esperando para convertir la actividad piscícola que desarrollaban en su finca para el consumo domestico, en una verdadera empresa, con un mercado que abarcara Valle, Risaralda y Quindío.

Con esta idea, Alexander se acercó a la Unidad de Emprendimiento de la Universidad del Valle, donde se informó en detalle sobre los requisitos y pasos a seguir para presentar un plan de negocios al Fondo Emprender.

Al tiempo que realizaba su tesis, Alexander se dedicó juiciosamente a elaborar su plan de negocios. Debía presentar un análisis del mercado de su producto, de la forma e infraestructura de operación que utilizaría, la estrategia organizacional, los aspectos legales, el módulo y por último los impactos económico, social y ambiental que causaría la realización del proyecto en su área de influencia.

Luego de toda esta investigación, Alexander montó su propuesta en la plataforma del Fondo Emprender en Internet y participó en la tercera convocatoria resultando beneficiado.
Alexander, quien es hoy un empresario, considera que el proyecto se hizo realidad gracias a tres razones, principalmente la dedicación al trabajo, necesaria si se quiere alcanzar metas; la segunda, el apoyo incondicional de la familia y amigos como la profesora Luz Adriana Giraldo y todo el equipo de trabajo de la Unidad de Emprendimiento de la Universidad del Valle y la tercera el patrocinio económico del Fondo Emprender y el SENA en el año 2006.

Alexander comenta: "pasar de ser emprendedor a empresario con tan solo 24 años de edad, es una experiencia única e irrepetible donde se tienen que superar en el camino obstáculos siempre con una actitud positiva, sin desanimarse, porque las oportunidades se presentan una vez en la vida y hay que aprovecharlas al máximo".

Alexander agrega "la experiencia de ser empresario, en una zona rural ha sido muy enriquecedora, puesto que además de aplicar todos los conocimientos adquiridos en la Universidad del Valle, como optimizar los recursos escasos, he aprendido otras cosas tan interesantes como hacer nóminas, presentar declaraciones tributarias, manejar personal, proveedores y clientes, presentar informes, aprender todos los días sobre piscicultura y otras actividades como la ganadería y la agricultura, y lo más importante, trabajar con los campesinos hombro a hombro conociendo la realidad de nuestro campo colombiano.

"EL NUEVO EMPRENDEDOR COLOMBIANO"

Estuve recientemente reunido con un francés de abuelos colombianos quien trabaja para Paris Match una de las principales revistas europeas.
Jerónimo, este joven y unos de sus colegas me entrevistaron para una edición especial que sacarán en la cual resaltaran a Colombia. Dos de los tres europeos llevan ya varias semanas en Colombia. Aproveché nuestra reunión para hacerles una pregunta: “si usted se encontrara con el editor de su revista en un ascensor, y el editor le preguntara sobre Colombia, usted qué le diría?”
Jerónimo me respondió, “yo cambiaria la historia que algunos colombianos cuentan sobre Colombia.” Yo le pregunte “cual historia?” El me dijo que la historia de que cuando Dios creo al mundo le dio a un país 2 mares y 3 cadenas de montañas, cientos de ríos y lagunas, la mayor fauna y flora por metro cuadrado en el mundo, minerales y piedras preciosas abundantes, oro y platino, unos climas paradisiacos, comida abundante, las mejores playas y paisajes del mundo…y que cuando miró lo que había hecho, decidió darle una gente bien @#&*#@%&*#! para compensar lo demás. Jerónimo me contó que su abuela colombiana le había contado esa historia cuando pequeño pero que no estaba de acuerdo con ella. Encontré a los tres franceses fascinados con Colombia, con la cultura colombiana y con la gente colombiana.
Una de las conclusiones de la conversación con estos extranjeros es que con Colombia, uno descubre lo que uno quiere descubrir. Si uno quiere encontrar colombianos @#&*#@%&*#!, los encuentra. Pero si uno observa Colombia con una mente abierta, encuentra una nueva estirpe de colombiano.
Recientemente en la misma semana conocí un colombiano que ha montado un restaurante cuyo nombre es Dar Papaya. Conocí otro que compró 30 hectáreas en una montaña y está invirtiendo su tiempo y recursos en crear un bosque que una dos bosques separados por la mano del hombre y los cascos del ganado para que las especies puedan migrar y los nacederos de agua puedan hacer lo suyo. Conocí otro que montó una biblioteca en Tierradentro y está haciendo un proyecto similar en Ciudad Bolívar para que la comunidad pueda unirse alrededor del conocimiento. Conocí una mujer que ha puesto a toda su familia a bañarse con un platón dentro de la ducha para que su familia pueda reciclar el agua. Conocí un periodista quien está cuestionando el por qué el periodismo investigativo siempre investiga lo que está roto, lo que se encuentra podrido, lo que es oscuro en lugar de lo que ilumina, lo que florece y lo que funciona y lidera un proyecto para que la prensa pueda inspirar. Estos personajes son parte de una tendencia global que Paul Ray y Sherry Anderson llaman los creativos culturales.

Si bien los franceses de Paris Match no han tenido aun el privilegio de conocer estos colombianos que iluminan, estos colombianos son elementos de esa Colombia que los franceses han descubierto. Son parte de una subcultura definida por autenticidad donde sus acciones son consistentes con lo que creen y lo que dicen. Crean su visión global partiendo de fragmentos que toman de los medios. Saben sintetizar los problemas y las tendencias a partir de esos fragmentos y de sus experiencias y relaciones.
Les gusta aprender en una forma íntima donde se enganchen con todo el proceso; son personas de visión holista y quieren conocer las interconexiones de cada sistema. Saben que la forma lineal y analítica de ver el mundo ya no aplica en un mundo tan complejo como el de hoy.
Les gusta involucrarse en los proyectos de principio a fin. Son generosos con su tiempo, sus conocimientos y su dinero. Respaldan sus valores con acción. Son idealistas y altruistas entendiendo su rol en construir una mejor sociedad. Su activismo es parte de una forma de ver el mundo como algo interdependiente y de verse a si mismos como catalizadores. Tienen una conciencia social bien desarrollada y les preocupa la destrucción del ambiente. Se han alejado de los temas de status, materialismo, egoísmo, hedonismo y cinisismo que reinan a su alrededor.
Todos estos valores son cimientos para una nueva ética emprendedora en Colombia. David McClelland dedicó su vida a investigar que es lo que hace a unos países desarrollarse más rápido que a otros. Concluyó que el desarrollo arranca con el individuo, sus motivaciones y la forma como se relaciona con otros. El dice que la motivación al logro se construye entre los 5 y los 12 años. El le advierte a economistas, planeadores y políticos…”tenga en cuenta los efectos que sus planes tendrán en los valores, motivaciones y actitudes de la gente porque a la larga, son estos los factores que determinarán si sus planes son exitosos en acelerar el desarrollo económico.”

Yo como Jerónimo, también quiero cambiar la historia.
Debemos sumar y multiplicar. Creamos recientemente grupos de Yo Creo en Colombia en Harvard, Northeastern y Duke. Estos grupos unidos a iniciativas muy buenas ya existentes como Colombia es Pasión, Colombia nos Une, Conexión Colombia, Give to Colombia y Por Colombia claramente pueden ser una gran fuerza para lograr que Colombia conquiste el lugar que se merece en el entorno global. Con agua panela, nos podemos energizar para lograr esto y con la bandeja paisa, logramos proteína para seguir la lucha.

¿POR QUE CREER EN EL ENPRENDEDOR COLOMBIANO?

¿Por qué creer en el emprendedor colombiano?

Yo creo en el Emprendedor Colombiano es una iniciativa de la Fundación Yo Creo en Colombia y el Grupo Empresarial AHURA diseñado por emprendedores y para emprendedores que busca Mejorar significativamente la calidad de vida de nuestro país a través del mejoramiento de la competitividad de los emprendedores Colombianos.
"El rol del emprendedor: El Emprendimiento es la principal fuente de creación de riqueza y bienestar en la economía moderna. Esta idea es poderosa. Emprendedor es aquel que hace mucho a partir de poco. En medio de dificultades, sin recursos y asumiendo riesgos, es capaz de visualizar y sentir la oportunidad donde otros solo ven caos y, sacando fuerzas de un sitio que nadie mas conoce, logra dar vida a un sueño. Este personaje que arranca su camino sin tener nada, salvo su talento y visión, es quien le enseña a la humanidad hacia donde va el mundo. Y el mundo ya ha aprendido la lección: Sin emprendedores, no hay futuro. Mas nos vale que tengamos muchos"