martes, 27 de abril de 2010

Emprendedor o autoempleado

Hace unos días, un amigo me pidió consejo para “poner en marcha una empresa”. Trabaja en una multinacional en la que hay problemas y reestructuraciones y barrunta que en una de esas pueda perder su puesto, por lo que está empezando a buscar vías alternativas para generar ingresos.

Tras hablar un rato con él, resultó que en realidad lo que busca no es crear una empresa, sino autoemplearse. Lo cual está muy bien, pero no es lo mismo.

Para autoemplearse, en realidad, se necesita poco más que estar conectado. Es decir, que haya un número de personas que sabe lo que haces y te contrata para hacerlo. En la mayoría de los casos, con un PC, una ADSL, una impresora y un móvil, ya tienes todo lo que necesitas. Si eres bueno y tienes buenos contactos, podrás tener el 100% de tu tiempo ocupado y cobrar tarifas altas por hora de trabajo. Es el modelo de lo que antes se conocía como “profesionales liberales”: médicos, abogados, arquitectos…

Este modelo tiene dos problemas:
1. Hay un límite a lo que puedes facturar, que está marcado por las horas que eres capaz de trabajar cada día. Si eres bueno puedes cobrar más por hora, pero ese precio no puede crecer hasta el infinito porque hay un punto en el que tus clientes se van a la competencia.
2. Si no trabajas no ingresas. Si te vas de vacaciones, si te pones enfermo… tienes que vivir de las rentas, o tener previsto un seguro.

Como digo, mucha gente ha ganado mucho dinero con este modelo. Pero los que de verdad se hacen ricos son los que crean una empresa. En una empresa, la capacidad de producción se amplía, y ya no depende de una sola persona (o de tres o cuatro). Tienes otros gastos, la gestión es más complicada, pero ya no hay límites a tu crecimiento.

No es extraño que donde hace cien años triunfaban las consultas del dr. Pérez o el despacho del abogado López ahora veamos Adeslas, Sanitas o megadespachos tipo Garrigues. Al final, la lógica de los números es inapelable.

Por supuesto que sigue habiendo hueco para alguien que quiera dedicar unas horas a su profesión. Si tu objetivo es obtener ingresos adicionales, o diversificarlos para no depender solo de un sueldo, o simplemente no tener jefes y poder gestionar tu propio tiempo, adelante. Si sabes escribir, programar, diseñar, enseñar o cualquier otra cosa por la que alguien esté dispuesto a darte dinero, ponte a ello.

Pero si lo que quieres es crear una empresa, olvídate de buscarte trabajo a tí mismo. Tu misión no es programar ni diseñar ni escribir, sino conectar a alguien que necesita esos servicios con quien se los pueda proporcionar.

“¡¿Cómo?! “, se preguntará alguien, “¿o sea que soy diseñador, monto una empresa de diseño y no puedo diseñar?”. No exactamente. Al principio, tú puedes ser uno de esos “prestadores de servicios”. Pero el objetivo es que, cuanto antes, la empresa genere trabajo para dos diseñadores, y luego para cuatro, y para ocho… Por supuesto que si eres un experto en tu campo supervisarás lo que hacen tus empleados, y probablemente dedicarás un tiempo a los proyectos o clientes más importantes. Pero sin olvidar que tu misión en la empresa no es diseñar, sino conseguir que otros diseñen.

Según las circunstancias y los intereses de cada uno, tan válido es un modelo como otro. Lo importante es no confundirse y tener claros los objetivos, porque eso es lo que determinará hacia donde debes orientar tus esfuerzos.

3 comentarios:

Cielo Del Mar dijo...

Desde mi punto de vista, para ser empresario hay que hacer las cosas bien desde el principio, por lo tanto, es crucial:

•Investigar bien el mercado con profundidad y frecuencia.

•Detectar las tendencias y embarcarse en ellas antes que los competidores.

•Tener límites financieros como por ejemplo tener un flujo de caja mínimo y un nivel de endeudamiento superior al EBITDA (utilidades antes de interés, impuestos, depresaciones y amortizaciones).

•Hay que tener metas ambiciosas y

•La mejor herramienta gerencial: Planeación estratégica.

Pero, sobre todo lo anterior, para todos los que quieren ser empresarios mi sugerencia especial es:
“persistir, resistir, insistir y nunca desistir”

GOlierD dijo...

Hay una gran diferencia entre ser Empleado y Empleable; esta diferencia es la que permite identificar y diferenciar a aquellas personas que son útiles en una Organización. También existen ese tipo de personas que siempre están a la expectativa de crear ideas, de independizarse y de convertirse en sus propios jefes.
Este tipo de personas son las que necesita la sociedad actual, personas que busquen y quieran ser alguien en la vida y no estar todo el tiempo dependiendo, recibiendo ordenes y subordinadas tras alguien que tome las decisiones por ellos.
Es por esto que las personas emprendedoras e innovadoras de ideas nos permiten crecer y nos permiten estar a la vanguardia de organizaciones que nacen de la nada y poco a poco van tomando fuerza y llegan a captar una gran cantidad de mercado, lo importante es saber identificar que cuando tenemos nuestra propia compañía, debemos delegar funciones y responsabilidades sin dejar de lado que seremos siempre responsables de cualquier mala decisión que se tome aunque sean otras las personas.

GOlierD
08112164

rodrigo luis rodriguez dijo...

Tener la vision clara de lo que queremos en la vida es el objetivo principal, vivimos en un mundo de oportunidades. Respetando el concepto de los demas me inclino a ser un emprendedor,identifico las oportunidades y organizo los recursos necesarios para ponerla en marcha, sin desmeritar al auto empleado, me gusta asumir nuevos retos, y crear situaciones nuevas de creciemiento empresarial.